Pero primero lo primero, la llegada a París. Llegar a mi casa fue todo un desafío: 2 maletas grandes, dos pequeñas, dos bolsos con las computadoras, una bolsa de duty-free y una cartera ful de cosas en manos de dos almas que no habían dormido nada preparando las maletas y viajando, casi 48 horas sin dormir. El recorrido fue un poco mas largo de lo usual, 3 trenes, varios metros a pie y mas de 100 escalones nos pusieron a prueba. Cada vez que veíamos unas escaleras nos frustrábamos un poco, pero poco a poco logramos llegar al fin al apto!! :)
En el apto nos recibió Mario. Nos preparó rica comida (hamburguesas con quesito y papas fritas) y luego salimos a dar una vuelta. Intentamos llegar a las catacumbas y llegamos, solo que 2 minutos luego de la hora de cierre. Así que fuimos al sena a dar una vuelta y pasear un poco.
Luego de un largo paseo nos fuimos a dormir, estábamos demasiado agotados, y el cambio de horario no nos estaba ayudando. Al día siguiente nos levantamos súper temprano para preparar todo, desayunar y tomar un bus para que nos llevara al aeropuerto (no lo tomamos antes porque no sabíamos que existía, nos enteramos en el paseo).
El RoissyBus resultó ser una cómoda forma de llegar al aeropuerto, solo tuvimos que tomar un tren y subir unas cuantas escaleras, todo un éxito. De allí nos quedaban 12 horas de vuelo para llegar a Japón.
El vuelo fue demasiado largo, vimos como 4 películas, hablamos, dormimos, paseamos, jugamos, comimos, y nos aburrimos. Luego de tanta espera al fin estábamos en la ciudad de Kobe!! :)
La familia de Daniel nos esperaba con mucha alegría, el momento fue bastan emotivo, 3 semanas sin vernos y parecía una eternidad. Tomamos un bus que nos dejó a 1 cuadra de su apto.
El calor era bastante notable, parecía un pequeño hornito que no había forma de apagar. Las cosas son bastante diferente en todo. La gente, la comida, la cultura, la decoración de la ciudad... hasta el lado por el cual manejan es diferente.
Los papás de Daniel viven en una isla artificial llamada Rokko island. La isla es muy bonita, tiene un tren, varios jardines y fuentes donde niños y adultos se meten durante el verano a aplacar un poco el calor.
Lo primero que hicimos fue ir a comprar algo de comer, ¿y que compramos?... Sushi!!. En el super mercado vimos tambien muchas frutas y hortalizas, unas conocidas, otras desconocidas y otras raras, como una patilla amarilla. Tambien compramos un postrecito tipico que es arroz triturado dulce relleno de caraotas dulces. Un poco extraño
Este sushi era un poco diferente al que se come en Venezuela, TODO es crudo, desde el pescado hasta el pulpo pasando por los calamares. Todos estaban muy ricos, pero el de pulpo crudo y el de calamar crudo fueron demasiado extraños para mi gusto.
Al siguiente día, es decir hoy, salimos a dar una vuelta por los centros comerciales de la isla. Son demasiado bonitos y futuristas!...
Luego en la tarde fuimos a una tienda de tecnología en donde mi BB 8520 parecía una reliquia, donde habían maquinas depiladoras láser, aspiradoras automáticas que trabajan solas y son mas inteligentes que yo, lavadoras de todo tipo, sillas masajeadoras, arroceras que te dan los buenos días, y televisores 3D.
Para terminar el día con broche de oro fuimos a comer sushi en uno de los restarurantes mas tradicionales que hay en kobe. Una ricura de restaurante. Y una ricura de sushi.
Bueno, vuelvo a escribir mañana. Estoy bastante agotada. Ya son las 9:30 p.m. Hasta mañana.
lkjhlkjh
¡wow Marianita!
ResponderEliminarque finoooooooo
disfruta el viaje (creo que ni hace falta recordártelo)
abrazote!